lunes, 30 de marzo de 2015

Crítica: Rebel Heart de Madonna (2015)

Hace ya 10 años fue la última vez que me sentí ilusionado con un disco de Madonna, con el energizante Confessions on a Dancefloor (2005). En ese momento sentía que la diva del pop estaba perfectamente en sintonía con la electrónica pop del momento y que sabía colocarse en primera linea aún siendo una mujer cuarentona (demostrando que se puede ser muy joven con esa edad). Pero si en esos tiempos era una gran y vanagloriada veterana del sector, hoy lo es mucho más, de veterana.

Lo segundo ya no tanto, debido a un conjunto de discos más conformistas y menos auténticos que en opinión personal han apagado un poco la llama de la nueva Madonna del siglo XXI. Y es que ese es el dilema, la artista que tenemos a día de hoy es una persona que en su momento fue toda una revelación en el mercado de la música popular. Pero hoy en día se ha convertido en una más de esos grandes nombres (a nivel de fama) que vende por su nombre. Aunque es una figura que seguirá vendiendo tickets para sus conciertos y conseguirá casi plenos, hemos de admitir que eso se debe más a su legado pasado que a sus logros actuales a nivel compositivo.

Recuerdo que en Hard Candy (2008) se fusionaban aciertos del disco del 2005 con grandes lacras del chicle pop actual, haciendo que el disco perdiera la contundencia del anterior. MDNA (2012) me parecía por otro lado un disco que exploró sonoridades interesantes, pero muy petardo y banal. Por lo tanto dos discos para llenar arcas, pero dos balas que aunque podían haber demostrado al mercado el baremo de calidad mínimo, se desaprovecharon lastimosamente. Y no es que pretenda atacar gratuitamente a la artista pero con la edad que tiene y por la pose que siempre demuestra me creía que sacaría discos más comprometidos en la causa de hacer una música accesible pero sofisticada.


Hoy hago esta crítica en post de ver como ha encaminado su carrera con el nuevo trabajo y si considero que va a tener alguna trascendencia o va a ser un mero disco más de Madonna. Como bien os dije unas críticas atrás, existe un mercado musical que se le puede denominar el AAA y que son aquellos artistas que por la seguridad que dan a las discográficas, se invierte más dinero en sus discos sea a través de mayor nivel de producción y instrumentación o a través de un mayor nivel de publicidad por televisión, radio fórmulas o incluso cine. Por esa razón soy el primero en exigirle más a esta música, ya que es la que va a influenciar a los que no son demasiado adeptos a investigar ni que sea un poco de música y que se dejan llevar por los 40 Principales.

Con Living for Love volvemos a esas canciones que podrían ser realmente buenas pero que me suenan muy de costillada. Que manía les ha dado a los artistas pop de hacer música que parecen himnos chorra para dar ridículos saltitos de ¡ahh que megaguay tio! No coño, aprieta y se contundente. Devil Pray es como una canción sacada de su disco Music (2000) pero con más relleno de electrónica, no es que me guste demasiado más que la anterior pero tiene algo más de credibilidad, pero de nuevo volvemos a fallar a la hora de hacerla memorable. Lo mejor tal vez es este efecto de bajo electrónico, que le aporta un toque más oscuro y diferencial.

Madonna - Devil Pray (2015)


Vamos a los tonos más pastel (osos) con Ghosttown, una canción que sigue la tónica baladera de día de hoy, cosa que personalmente no me acaba de convencer. Considero que la música actual en muchos casos es alarmantemente fría y me cuesta horrores implicarme con ella sentimentalmente. Unapologetic Bitch, en cambio me parece algo diferente y atrevido, aquí puedo ver con esta Madonna más reggae y mezclada con el dub, algo medianamente digno. En cierto sentido me recuerda a aquella chica que en los 80 sacaba discos como Like a Virgin (1984) o Erotica (1992) que aún siendo innovadora era comercial.

Illuminati me parece muy cansina y exceptuando por una parte central que parece querer dar un poco de esperanza, me parece como mínimo chorras. Pero si no estaba ya suficientemente tocado con la anterior, entra en escena Bitch I'm Madonna para que vaya a buscar mi primer cuchillo para rajarme. Esto del pop comercial que quiere ser molón añadiendo influencias atontadas del hip hop o rap es una lacra bastante habitual ultimamente. Y os puedo decir que el buen rapeo no es esto ni de coña, por eso cuando escucho Beastie Boys por poner un ejemplo, me curo en salud sabiendo lo que es calidad. La verdad, no estoy en contra de la experimentación con otros géneros, pero si se hace, se ha de realizar con mimo y calidad.

Madonna - Unapologetic Bitch (2015)


Hold Tight recupera un poco de fuelle perdido con las dos canciones anteriores, ya que en un cierto sentido me recuerda a sus composiciones de los 80 (a nivel estructural) pero su sonido más frío hace que quede como un genérico más a un nivel simplemente aceptable. Joan of Arc se presenta como una de las canciones más buenas dentro del disco y tampoco es que me salten las lágrimas de alegría. Estas palabras desde un cierto conformismo ya que no tenemos algo malo ciertamente, pero tampoco nada minimamente notable o reseñable en lo que es su carrera. Pretende ser una canción amigable a la oreja, pero le falta eso que he dicho muchas veces, fuerza, pasión y renovación de sus fórmulas.

Iconic me parece algo pretencioso que tampoco me llama la atención con una presencia de Mike Tyson y Chance the Rapper que me perdonareis su desconocimiento, pero tampoco me llama la atención su intervención. Por otro lado, lo poco que tiene de pegadiza la melodía electrónica tampoco me parece razón para tenerla en gran valúa. HeartBreak City es otro mid tempo para este etéreo disco que me da la sensación de otro llenaminutos que no me apasiona para nada. Y entiendo que no todo el mundo quiere hacer discos megadinámicos pero con Body Shop sólo puedo apoyar mi cabeza sobre la mano y esperar que pasen los minutos, viendo que el disco que no era ninguna maravilla se ha deshinchando más si cabe.

Madonna - Holy Water (2015)


Holy Water, en algún extraño sentido me parece como una aproximación a los terrenos más experimentales de Lady Gaga. Esa especie de sofisti-pop rebelde que destaca por su sonido pseudofuturista que quedaría muy bien en un disco que mezclara con gracia buenas canciones con experimentos. Pero cuando los experimentos como este (de los que no repudio nunca) se convierten en lo mejor del disco, mmmm.... lo siento mucho pero no puedo estar excesivamente contento. Inside Out, tiene mucho de la que considero la nueva balada electrónica y tiene retazos válidos pero necesita algo más de pulido para estar a la talla de lo que espero de Madonna. Wash All Over Me, me duerme, no puedo decir más.

Amigos míos, creo que voy a tener que esperar un poco más para ver un nuevo disco decente de Madonna. Rebel Heart, me resulta un tanto descorazonador y aunque muchas de sus canciones las he querido valorar con bondad, siento que ni con esas el disco me resulta medianamente decente. No llegamos a los escalafones de dolor y pesadumbre que me producen las últimas "obras" de Katy Perry o Justin (Justito) Bieber, pero ser mejor que algo muy malo no le libra de ser en este caso mediocre. Por esa razón, la nota que vais a ver aquí abajo es un reflejo de mis pensamientos ya que aunque me cuesta horrores suspender un disco por lo respetuoso que soy con las creaciones de los músicos; en este caso almenos quiero que veais que no da para mucho más que un pasable raspado.

Nota: 5,6

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