sábado, 7 de marzo de 2015

Crítica clásica: Led Zeppelin II de Led Zeppelin (1969)

A finales de los 60 la música popular estaba dando un vuelco. Los Beatles habían hecho del pop, uno de los géneros musicales más potentes de la industria (sino el que más). El rock progresivo había nacido de los anteriormente nombrados y de Pink Floyd, a través de la psicodelia. El hard rock daba sus primeras señas con Steppenwolf, Blue Cheer, Cream o Jimi Hendrix. Era una época muy liberal y con mucha afluencia del mundo hippie, pero no ausente de conflictos. La música vivía en ese caldo de cultivo cultural con festivales como Woodstock o el malogrado festival de Altamont (con una víctima mortal) que cerrarían una década revolucionaria.

La escena rockera y sobretodo la del hard rock estaba a punto de dar un gran estallido a las estrellas en la siguiente década, pero hubo un grupo que dio el pistoletazo de salida a este género, Led Zeppelin. Esta banda de Inglaterra empezó con la idea de hacer una formación renovada para The Yardbirds (banda histórica de rock de los 60) por parte de Jimmy Page y por diversos tejemanejes la formación acabó siendo la conocida en la actualidad: Robert Plant (voz), Jimmy Page (guitarra), John Paul Jones (bajo y teclados) y John Bonham (batería). Su primer trabajo como grupo fue en el disco Led Zeppelin (1969) que lo sacaron a la venta en enero. Para abril ya estaban sacando su primer trabajo como músicos de estudio en Three Week Hero (1969) para P.J. Proby y en octubre ya tenían en las estanterías el disco que hoy analizaremos.

Muchos os preguntareis ¿como puede ser que en un año hicieran tanto trabajo? Primero, porqué en esa época era lo habitual. Sacar un disco o dos cada año era algo que muchas bandas tenían que hacer para mantenerse en la cresta de la ola. Segundo, Led Zeppelin y sobretodo Jimmy Page hizo una especie de rescate de riffs de otras bandas segundonas, haciendo canciones nuevas pero de una forma que ni moralmente ni legalmente sería muy aceptable a día de hoy. Aclarado esto, sólo puedo añadir a esto último que en sus primeros discos estos tíos demostraron ser la mejor banda de covers que había parido la música y en sus composiciones demostraban ser muy, pero que muy destacables. Por esa razón ya en su primer disco levantaron muchas expectativas.

Led Zeppelin en 1969, destacable la cara de Jimmy Page, que con curiosidad
escucha otro riff que le podría servir para su próximo disco
Se habían colado con comodidad entre las 10 bandas más vendidas en las listas inglesas y americanas (evidentemente con el apoyo de Atlantic, su discográfica) y su debut, había supuesto una nueva visión en lo que daba de si el rock. Dieron paso con comodidad al "rock duro", poned las comillas que queráis, entre lo más valorado del momento haciendo que algo que daba de si alguna canción de éxito al año, pasara a ser el punto de referencia de muchos (entre otros Deep Purple). Por esa razón cuando en octubre de 1969 pusieron al mercado su segundo disco, podríamos decir que sacaron el "Porqué el hard rock va a partir la pana en el futuro Vol. 2". Este fue un disco que precipitó más las cosas y ahora entenderéis porqué...

Ya desde las primeras líneas de guitarra de Whole Lotta Love, se percibe esa potencia descarada para los tiempos que corrían. Un Robert Plant con un vozarrón que será recordado por años y años echando berridos sexuales e imitando un acto sexual, peleando con la guitarra de Page y llegando al orgasmo. Estaban en la década de la liberación y ellos querían aprovecharse del momento, igual que haría meses después Andy Warhol sacando aquel experimento artístico llamado Trash (1970), película que trata la sexualidad y la transexualidad abiertamente y casi sin fondo. La liberación ya no se trataba con pacifismo y banderas multicolor, también se hacía frontalmente, con rudeza y atrevimiento sexualizado.

Led Zeppelin - Whole Lotta Love (En Vivo, 1970)


What Is and What Should Never Be, es más relajada y no es el bombazo que suponía la anterior. Pero lo grande de esta canción es su estilo folk/blues que Page había extraído de The Yardbirds. El break hacía el minuto 3:45 nos demuestra el nuevo trato que Zeppelin le daba al estilo que os acabo de nombrar, es decir, una evolución que muchas bandas tomaron de referente. Cream sería de las primeras en mostrarlo y Creedence Clearwater Revival le daría bombo. Pero con canciones como esta, se nota que el folk fue muy endurecido por los de Page. En cambio, The Lemon Song hace más referencia a lo progresivo, con cambios de tempo y melodía en una sola canción.

Demostraron que sabían incorporar en su estilo lo que les apetecía, ya que eran unos músicos con muchos recursos en mente. Paul Jones como bajista se conocía muchos de los recursos del jazz y era y es un bajista increiblemente melódico y dulzón. Bonham aporreaba la batería con pleno dominio de los tempos haciendo una cosa muy habitual del prog rock, la deconstrucción de ritmos, usando diferentes fórmulas para llenar los compases. Y Plant, no sólo demostraba que sabía cantar muy bien, sino que encima increpaba al espectador a que se sintiera potente, desenfrenado, como en un baño de ácido. Tenemos que pensar que aún tardarían años en depurar más el género pero con canciones así demostraban el enorme yermo que había por explorar.

Led Zeppelin - The Lemon Song (1969)


Otra faceta que también trataron con mucho éxito fue la balada rock con canciones como Thank You. Con un órgano tocado por John Paul Jones, entramos en el terreno de lo ambiental. No es nada nuevo lo que nos muestra la canción, pero está tan bien elaborada que resulta genial para los momentos más íntimos de una velada. Cuando termina la balada, empieza la chicha. Heartbreaker, era el ejercico más guitar hero que se había hecho tras la aparición de Eric Clapton en Cream y Yardbirds. Es casi descarado lo sola que dejan la guitarra para que se luzca y generar así un nuevo mito del mundo de las seis cuerdas. Sin querer ser un cascarrabias, el solo (solo) es bastante cutrecillo y tiene algunos tropezones de principiante, pero ese na-nai, na-nai, na-nai del final vale oro y despega en el segundo solo.

Puro orgasmo guitarrero que en el regreso de la canción se define en un ¡uala! que define un: ¡¿Que coño es esta cosa tan bruta que me acaban de meter?!. Se que esta canción ha sido muy superada con el tiempo, pero en su tiempo fue la bomba. Claro y luego te ponen Living Loving Maid (She's Just a Woman) y claro, aunque es más amigable que la anterior y pegajosa, no rebaja lo espectacular de un Plant haciendo ¡lololororoloving! a todo trapo. Os lo puedo asegurar, este disco a finales de los 60 fue una puñetera sorpresa llena de recursos divertidos. Coge recursos poperos de la época, como el estribillo pegajoso, la guitarra que responde al cantante con frases agradables de guitarra y le añade distorsión y un poco de trucos vocales y ya tienes otra canción de calidad.

Led Zeppelin - Heartbreaker (1969)


Ramble On es una canción de mucho acordeo acústico muy cálido acompañado de un tipo de guitarra slide que le da un sonido suelto, campero y alegre. No necesita grandes descripciones para entender lo bien realizada que está y lo mucho que enriquece el conjunto del álbum. Siguiendo su estela está Moby Dick, una canción que más bien es una muestra de poder en los parches de John Bonham. Mezcla los típicos ritmos tribales, con su percusión que acelera y acelera mientras se acomoda y ¡dios! que bien le pegaba este hombre. Su percusión era un rompehuesos puro y lástima de su prematura muerte (que dio como resultado la separación de Led Zeppelin). El riff de la canción es muy consistente y hace que el momento batería quede colmado y se acabe la canción con una larga sonrisa de un servidor.

Por último, Bring It On Home es una canción que tiene un inicio distorsionado de voz. La parte de guitarra es brillante, con ese puntillo folk sobre el que navega la voz de Plant. Es un estupendo cierre al disco, que con esta canción demuestra una enorme solidez. Y es que es innegable que sabían perfectamente que se traían entre manos, pero es difícil que supieran la enorme influencia que dejarían ya que obligaron a otras bandas a replantearse su estilo y a las nuevas las animaron a trabajar con los recursos que habían mostrado. El disco llegó al número 1 en 6 países, incluido España curiosamente.

Led Zeppelin - Ramble On (1969)


Y ya se que muchos os quedareis impactados de la nota que he puesto, tildándome de ser excesivamente duro, pero amigos las notas las pongo de corazón y tampoco creo que sea para nada mala. Tenemos que olvidar el concepto de que un disco clásico es automáticamente un 10 ya que como todo, estamos en un arte que puede llegar a cotas supremas de calidad. Led Zeppelin demostró ser una banda novicia en edad pero muy fructífera en composición y que sabía usar sus influencias aunque algunas veces en exceso. Era el cierre de una década brillante artísticamente, pero para ellos sólo era el inicio de sus mejores años, los 70.

Nota: 8,8

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