domingo, 14 de junio de 2020

Crítica: Sings the Blues de Nina Simone (1967)

Una de las artistas más reivindicativas de los derechos de las personas de piel negra (y no simplemente del sector afroamericano) ha sido Nina Simone (apodo de Eunice Kathleen Waymon). Ser una diva con tanto talento y al mismo tiempo, ser tan firme en sus ideales le trajo tantos aplausos como detractores. Una mezcla entre la violencia que ella vivía en su casa por parte de su marido Andy Stroud, como la barbarie que sufrían muchos ciudadanos en Estados Unidos por su color de piel, la empujó de la disconformidad con el ambiente presente a considerarse igual que Malcolm X una no pacifista defensora del nacionalismo negro. De este duro contexto llegaría el primer punto de inflexión en su carrera, que sería la publicación del sencillo Mississippi Goddam en 1964.


Esta canción respondía al asesinato del activista negro Medgar Evers en Mississippi en junio de 1963 y del atentado en Birmingham (Alabama) que se llevaría por delante la vida de cuatro niños negros en la iglesia de 16th Street. Para Simone se había cruzado un límite nefasto que le llevaría de aspirar a ser la mejor músico clásica negra a querer ser una artista que profundizara más en su activismo y en representar a la música y cultura del pueblo negro. Pero si avanzamos un poco más en el tiempo, a 1967, para ver el contexto de la obra que hoy tratamos, Simone terminaba su periodo con la discográfica Philips habiendo publicado algunas de sus aventuras discográficas más aclamadas como: I Put a Spell on You (1965), Pastel Blues (1965), Wild is the Wind (1966) o la obra que le otorgó su sobrenombre High Priestess of Soul (la suma sacerdotisa del soul) de 1967.


Su fichaje por RCA Victor era la oportunidad para demostrar en una nueva discográfica su talento interpretativo. En esos años era habitual por muchos artistas del entorno de jazz, el blues, el soul o incluso el pop mezclar sus canciones con covers de otros artistas y darles un estilo que sacara a relucir sus gustos y el estilo que mejor les definía a ellos y a la banda que les rodeaba. Para esta ocasión pondría entre sus músicos de sesión a Eric Gale en la guitarra (que trabajaría con George Benson, Paul Simon o Billy Joel), Bob Bushnell en el bajo (Dizzy Gillespie o Gábor Szabó), Bernard Purdie en la batería (Steely Dan, Wilson Pickett, Louis Armstrong o Dizzy Gillespie) o Buddy Lucas en la armónica y saxo. Músicos que entre ellos ya se conocían y ya existía una buena química musical.


Amor, desamor y reacción


Curiosamente aunque os hablaba de tomar un catálogo de canciones de otros artistas, Sings the Blues empieza por una canción compuesta por la propia Simone. Do I Move You es uno de los temas más reconocibles de esta etapa de la cantante y pianista, pero que lejos de tratar de temas sociales, nos muestra su cara sensual. En ella le pregunta al chico que le gusta si se siente atraído por ella, esperando una respuesta positiva. El compás es lento y seductor y Nina sabe cantar de forma muy dominante por encima. Sus aportes de piano destacan junto a la armónica de Lucas. El ambiente es intenso por la fuerza de la voz de la cantante y por uno de los miembros que chilla Yes! de fondo.


Day and Night es una canción algo más animada que me recuerda al sonido Motown de la época. Su letra nos habla de un amor idolatrado hasta un punto un tanto tóxico en el que la chica suplica a su amante incluso para que no le deje o le da la razón incluso cuando no la tiene. Valores con los que podemos no estar de acuerdo, pero como reflexión me gustaría decir que es algo que no se debe censurar como están haciendo ahora con películas antiguas. Hemos de aprender a ver las piezas de arte como espejos de los valores de una época (aunque estoy seguro que ya en esos tiempos mucha gente no pensaba así) y tener una muestra de cómo han cambiado realmente las cosas. Borrarlo o maquillarlo sólo sirve para desdibujar el camino que hemos seguido.


La primera canción en ser una versión de otro artista es In the Dark, que originalmente era de Lil Green y llamada Romance in the Dark (1940). Volvemos al compás tranquilo para imaginarnos a unos amantes en la oscuridad teniendo un momento de romance, aunque con un cierto sabor agridulce, de despedida. La entrada a piano de Simone es muy elegante y luego tiene una soltura muy notable adornando los versos que canta. La parte vocal al ser bastante más grave que la original de Green, le da el toque necesario de tristeza blues a este baile nocturno. A mi parecer una gran mejora respecto la composición original.


Sin dejar las raíces del blues, Real Real parece tener un poco más de gancho pop cosa que la hace una de las piezas que más rápido han conectado conmigo. Compuesta por la propia Simone, este tema tiene lo bueno de la música popular de calidad: sencilla, pegadiza, con una voz particular y una parte melódica agradable. A parte en este caso, hace referencia a un concepto sano y bonito de relación amorosa, en la que hay muestras recíprocas de amor que hacen vivir feliz el momento. También admito que muchas canciones pop que hablan de amor a lo bonito, reflejan ese primer periodo en el que todo es ideal y parece que la vida es perfecta y no existen problemas.


Pero si en la anterior hemos recibido un poco de arena, ahora recibimos un poco de cal (que es la parte mala, ya que es tóxica). Pero no nos equivoquemos, My Man’s Gone Now no es una mala canción pero sí que nos enseña a la cara negativa de muchas relaciones, cuando ya no están. El hecho de rehacer nuestra vida cuando ya hemos hecho una rutina con alguien que amábamos (y aún puede que amemos) durante años. Estamos ante un blues/soul bastante apesadumbrado en el que lo que más cuenta es la ambientación del piano, por lo menos hasta el minuto 3 en el que se da un cierto clímax en el que Nina hace explotar sus sentimientos a pleno pulmón. Esta canción es una versión del tema presente en la ópera Porgy & Bess (1935) de George Gershwin.


Guerra de Vietnam en 1967
Backlash Blues saca la vertiente crítica con una letra escrita por el poeta y activista Langston Hughes, que era amigo de Simone. En ella se nos habla de un líder político que trata a toda la población que no sea blanca como gente de segunda, con casas de segunda y carne de cañón para la Guerra de Vietnam (aunque en esa guerra también hubo muchos caucásicos, la cosa sea dicha). El señor Backlash, como se le llama en la canción, podría ser el presidente de los Estados Unidos por entonces, Lyndon B. Johnson que gobernaría entre 1964 y 1968. Este presidente tendría la particularidad de hacer entrar a EEUU en la guerra en agosto del 64 y en 1965, firmar la Acta de Derechos de Voto, para garantizar el derecho de la gente negra a votar. Eran tiempos ciertamente complejos.


Más sinuosa está I Want a Little Sugar in My Bowl, que de manera apaciguada nos muestra a una Nina que se insinúa a su pareja. Me gusta que en este caso la cantante perfila de forma muy tranquila su mensaje mientras que el piano bluesero sin ningún estrés va poniendo acordes y ramificando en breves escaleras de teclas que adornan la pieza. Como cereza al pastel, Buddy Lucas hace su breve pero sexy intervención de saxo tenor. Buck, por otro lado, me parece incluso que suena moderna o almenos que hay mucha música de artistas blues/soul de ahora que parece usar este patrón rítmico. Esta canción fué escrita por el marido de Simone, Andy Stroud, y curiosamente habla de un hombre que es fuerte pero que trata de manera gentil a su amada. Interesante mensaje, viendo lo tóxica que era la relación del matrimonio.



Since I Fell for You, era por entonces ya un estándar en la música blues y que había sido compuesto en 1945 por el reputado pianista Buddy Johnson. Sutileza de voz y buen tacto de piano se combinan con el encantador punteo de Eric Gale en la guitarra. Volvemos a una canción de amor complejo, en el que el/la amante lo abandona todo por estar con alguien que dice que le quiere, pero al mismo tiempo le atormenta. Aún así, por mucho sufrimiento que haya, el sentimiento de amor sigue ahí. The House of the Rising Sun también era otro estándar que en 1964 ya había triunfado por la versión que le había hecho The Animals, en esta ocasión nos encontramos ante una versión más agitada que no me atrae tanto como la versión de tres años atrás.


Finalmente nos encontramos con Blues for Mama, un tranquilo cierre que deja más espacio de intervención solista a la guitarra y a la armónica. La letra de la canción nos habla de una mujer que ha sido abandonada por su marido ya que ha sido mala con él. Pero a través de la letra Nina parece dar a entender que eso simplemente es un bulo que está haciendo correr la gente del barrio. Hay una expresión en la letra de la canción que podría dar a entender maltrato de ese hombre a su mujer: “And left you black and blue”. La traducción de la expresión black and blue acostumbra a ir relacionada con los moretones de un golpe.


Abrazada a su presente



Sings the Blues es una de las obras más destacadas de Nina Simone sobretodo por la interpretación y la emoción de las composiciones que la forman. A través de sus letras podemos encontrar señales de su época en lo histórico y cultural, incluidas las contradicciones. Pero considero que en esas contradicciones tenemos el mayor de los espejos de lo que vivía la sociedad de Estados Unidos por un lado y por el otro, las emociones de una Nina Simone que del maltrato y pérdida sacaba fuerzas para ser creativa y reivindicativa. Poco después llegaría el otro hachazo para la cultura negra y para Simone, perdiendo a Martin Luther King. Más de 50 años después seguimos con muchas lecciones que aprender...

Valoración: 🌟🌟🌟🌟 (Muy bueno)

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