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Otra reflexión que me gustaría hacer es que actualmente estamos en el momento más ecléctico de la historia en lo que se refiere a satisfacer los gustos. Si, la música que domina mayoritariamente es una mierda pero eso no significa que buscando bien podamos encontrar nuestro sitio musical en el mundo, ya que sería tonto pensar que somos la única persona en el mundo con inquietudes con un estilo. Hay espacio para los tradicionalistas y los que buscan la renovación constante de su género musical favorito y es que al Cesar lo que es del Cesar, en la actualidad, igual que toda la vida, hay músicos suficientemente talentosos que saben como tirar adelante la música que nos gusta. Por ejemplo, yo tengo claro que con Vampire Weekend, Arctic Monkeys, Accept, Dream Theater o Queens of the Stone Age puedo tener dosis de música actual a la talla de otros históricos, sea por su experiencia en el mercado o porqué son una nueva esperanza.
Entonces siguiendo esta regla de 3, si me gusta mucho la música de los 80 tendría que encontrar algo equivalente a día de hoy. A parte, me da igual si sigue las formas clásicas o las renueva y con ese principio en mente me he topado con este disco y por ende con La Roux. Lo más curioso es que estamos ante una banda que tiende a las formas antiguas, siguiendo el estereotipo actual y ¿cual es ese? Pues estamos ante una banda fundada en 2006 y que ha sacado disco cada 8 siglos aproximadamente, haciendo que su discografía sea breve, bastante breve. Su primer disco, La Roux (2009) salió y lo petó ganando un Grammy por el mejor disco de electrónica y dance. Su estilo mezclaba la música actual con algunos acabados que recordaban ecos del pasado. Pero entre la tensión de las giras que le hicieron perder la voz y la marcha de su compañero Ben Langmaid, hicieron que Elly Jackson diera un parón en seco a su carrera.
Unido todo a sus ataques de pánico escénico, la situación se tornaba un tanto compleja. Pero por fin el año pasado las cosas parecían ir más rodadas y Jackson podía asumir mejor su miedo escénico. Con esa nueva realidad, empezó a dar forma a canciones compuestas en 2010 y a crear novedades que dieran la talla. En esta ocasión la fórmula seria más clásica y encaminada a los sonidos retro del dance y disco. Lo que en esta crítica veremos es si todo se queda en una copia de las viejas formas o una modernización de las mismas. Antes que nada he de hacer una valoración sobre su estilo, digamos que formalmente sería un revival mezcla entre la música disco de finales de los 70 y el post-disco de principios de los 80. ¿Todos listos? Pues vayamos de lleno a ver que nos ofrece La Roux en este disco nuevo.
Como disparo de salida tenemos Uptight Downtown, una canción con mucha influencia funky pero con elementos renovadores. Primero de todo, la voz de Elly Jackson es un poco peculiar para estilo ya que si nos remontamos atrás, el funky era dominado por hombres o por mujeres con muchos matices graves de voz. Jackson pertenecería más a las cantantes de Hi-NRG (música motivadora de mediados y finales de los 80), para música de pelis como Flashdance. Pero ese es el distintivo molón de La Roux. Como mucha de la música synth-pop y disco de los 80 se vale de la repetición y de un esquema básico, pero la gracia está en su sonido cálido y enganchoso que te hace mover el cuerpo por pura inercia. Pero claro, a día de hoy estamos en una "epidemia del baile" en la que música muy mala tiene un ritmo pegajoso, entonces ¿no nos la estaran colando?
Pues en este caso no, porqué en lo musical tiene unas melodías muy sanas y enérgicas. Kiss and Not Tell es una buena muestra de eso, ya que aunque la letra de la canción es super simple y no tiene nada de complejidad, su conjunto inunda de buen rollo. A parte la forma de cantar de Elly Jackson vuelve a ser destacable ya que de alguna forma mágica combina el sonido de los últimos 70 con algunos trucos de la música indie pop actual, cosa muy bien buscada. Lo mismo esa guitarra que acompaña tan bien el ritmo y que mezcla disco e indie muy sutilmente. Y a ver no hablamos del estilo que han hecho Arcade Fire con Reflektor (2013), estamos ante algo menos experimental y oscuro, que se puede parecer a The Ting Tings. Pero no me voy a cortar en decir que La Roux me mola más, me parece más auténtico.
La Roux - Uptight Downtown (2014)
La siguiente canción aumenta mis esperanzas en esta banda con un sonido más atrevido y a la vez agradable. Cruel Sexuality lleva un pasito más adelante un tipo de música que ya era notablemente satisfactoria. Sabe ser minimalista sin ser pedante y a la vez tener un ritmo dinámico, siendo una canción que en la parte vocal parece una balada. Son contrapuntos que me gustan ver en una canción, porqué no parecen apaños cutres para hacer contrapeso entre ellos sino ideas bien pensadas. Por cosas así no me costaría un pelo acomodar esta música entre mi catálogo de synth-pop clásico y poner a rodar la música en aleatorio sin preocuparme de que sea un pegote. Pero pasamos de la canción movidita a la baladita del disco.
Paradise is You es una de esas canciones nuevas, que siguen la estructura de una balada actual. Teclados de fondo que le dan el toque sentimental a la canción romanticona y la realidad es que está hecha con gracia y sonidos bellos. Es curioso que una canción de sonido tan limpio como esta me evoque de tal forma y es que yo soy de los primeros en quejarse de que a día de hoy se hacen discos muy frios y robotizados, casi sin alma. Curiosamente, en este caso se ha sabido traspassar la barrera y emerger unas gotas de sentimiento a través del cristal duro de la banalidad sonora que se escucha actualmente. Eso si, es una canción que gana enteros escuchada dentro de lo que es el disco ya que hace un poco de oasis de descanso entre tanta música divertida y enérgica.
La Roux - Cruel Sexuality (2014)
Después de repostar en los boxes de la calma, volvemos a dar marcha al cuerpo con Sexotheque. Los teclados conducen el tema con un riff simple y pegadizo; y por otro lado con unos acordes largos tras los versos y el estribillo. La canción hablaría de un chico muy promiscuo que deja la novia a casa y se va a ligar (interpretación mía), manteniéndose incomunicado de ella o de una chica que quiere asentar su vida y de un chico rico que va a tontear en la discoteca, aunque parece que tiene novia. Tal como está escrita la canción insinúa cosas pero dejando todo muy abierto a la mente. El estribillo diciendo ¡Money, Money, Money! es de esas coletillas que te hacen recordar una canción. És una mezcla entre Hi-NRG suave y indie pop actual, de momento no baja el nivel y estamos a más de la mitad del disco.
Una mezcla entre ritmos más caribeños con la tensión del bajo y el teclado dan por resultado Tropical Chancer. Que me parece un mix sonoro entre el synth pop y hasta algunos trazos de italo disco suelto. Y con esta seguimos engrosando la lista de hits potables que tendría el disco con una buena promoción y por mi parte lo tengo claro con música así me sentiria mucho más cómodo en las listas de éxitos. Silent Partner es más mezcla de estos dos estilos que hemos visto en la anterior, con una canción larguísima de 7 minutos, que me recuerda a las parradas (cosas raras) que se hacían en el italo disco con minutos intermedios de hacer clima tirando de los adornos de teclado y hasta el infinito. La verdad, ya sólo por los recuerdos que me trae de toda la música que he escuchado desde pequeño y recordarme estilos que me han acompañado en las buenas anecdotas me hace subirle algunas décimas.
La Roux - Tropical Chancer (Live in New York, 2014)
Llegamos al tramo final del disco y este lo definiría como muy aéreo. Con esto me refiero a que estas canciones son más lánguidas, como si fueran una brisa que circula de manera constante y larga. Let Me Down Gently, es de las que dejan que la cantante tenga espacio para que brille su voz y no está nada mal el resultado. A los casi 3 minutos se pega un arranque que le queda de maravilla y hace que la canción no pierda esa frescura, pero además cuando se suelta el pequeño solo de saxo del minuto 3:48 me quedo maravillado ¡así, si que si! Así tendría que ser la música pop actual, almenos el promedio de música. The Feeling también tiene ese inicio aéreo y va ganando enteros a medida que Elly Jackson va desgranando su voz con el paso del tema. Es la canción que menos me gusta del disco ciertamente, ya que no gana mucho nervio y ritmo divertido. Aún así muy aceptable.
Ya podemos sacar las conclusiones de este disco sin dudar demasiado, estamos ante un disco muy agradecido de synth-pop actual y lo que sería un buen referente de que actualmente se sabe hacer buena música. Elly Jackson aporta una voz que no es para nada peculiar, pero que le da un ingrediente especial al estilo que hace. Los músicos hacen también un trabajo notable de ambientación y melodías recordándome grandes cosas que se hacían en el pasado, pero al mismo tiempo, recursos actuales que bien usados son un buen referente para el futuro. Ha sido un parón de 5 años, pero todo ha vuelto con mejor nivel y con expectativas de que será lo próximo. Amigos míos, tengo auténticas esperanzas en el futuro.
Nota: 8,1
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