martes, 5 de mayo de 2015

Crítica clásica: Angel Dust de Faith No More (1992)

El espiritu americano es muy grandilocuente y como nación siempre ha sentido una identidad muy fuerte, como si fuera la nueva tierra prometida. Evidentemente han habido siempre voces críticas de lo recalcitrante que resulta a ratos su gobierno y ciertas ideas que corren por su basto imperio. Pero la idea es esa, se ven y creen muy grandes como nación. En el terreno musical diría que pasó lo mismo en los 80 cuando mucha de la música importante cedió el testigo de Inglaterra a Estados Unidos. No es que las tierras británicas estuvieran faltas de grandes figuras, al contrario, pero ahora los que llevarían la batuta de las tendencias y sobretodo en el metal sería Estados Unidos con el thrash.

Que si, que Maiden, Priest o Sabbath eran estupendos por aquellos años y precisamente como seguidor de ellos, les doy todo el mérito por sus grandes discos. Pero a partir del año 83 el terreno americano fructiferó y sacaron su vena de primera potencia mundial. Pero como dice Goyo Jimenez, "tienen que ser la primera potencia mundial para todo" incluso para matar a su criatura y poner otra de más guay según las nuevas generaciones, el grunge. Aunque eso sería un burdo reduccionismo, la realidad es que la juventud parecía muy interesada en aquellos tiempos en la música alternativa, todo lo que reforzaba el carácter diferente y marginal era la moda. Por eso los preceptos de vida y música de Nirvana triunfaron, pero de nuevo, pensar que sólo ellos fueron los autores con letras mayúsculas de ese chillido de soledad y cambio americano sería una gilipollez.

A finales de los 80 digamos que bandas como Soundgarden ya experimentaban con un sonido oscuro, triste y furioso contra un mundo algo desubicado y desilusionante. Eran una especie de premonición venida de Seattle que prodigaba un metal o hard rock alternativo que se apartaba de la velocidad y la locura del thrash. Al mismo tiempo, otra banda estaba sacando provecho de que sus músicos eran de gustos dispares para crear un sonido alternativo al metal tradicional. Ellos durante sus primeros discos, tales como We Care a Lot (1985) o Introduce Yourself (1987) no eran conscientes de lo mucho que se marcaría a fuego su mezcla de metal con funky. Solo hace falta ver a Red Hot Chili Peppers en sus primeros años para entender lo que quiero decir. Estaban destinados a ser una banda muy grande pero había un elemento en ella que la limitaba alarmantemente y era su cantante Chuck Mosley.

A ver, no era un mal cantante pero evidentemente le faltaba rango y no hacía brillar todo lo que debía las composiciones de Billy Gould (bajista), Roddy Bottum (teclados) y Jim Martin (guitarra). Por eso en 1988 cuando entró Mike Patton y puso a fuego sus cuerdas vocales, estalló la revolución musical. Patton tenía tanta calidad como cantante que sorprendió gratamente a la audiencia y dejó atrás los tiempos de banda marginal para empezar a viajar en la primera línea de la música alternativa. Cuando tomó forma The Real Thing (1989), la banda vivió un momento muy importante en su carrera. Se habían despachado un disco decisivo en lo que sería el sonido de los años 90. Personalmente, es un disco magnífico y muy decidido en esa mentalidad americana de hacer algo grande: guitarras potentes, teclados brillantes y vocalmente sublime.

Y con una gira de por medio se dio un parón de tres años hasta que apareció el disco que hoy veremos. Dentro del seno de la banda había tensiones y el más incómodo en su interior era el guitarrista Jim Martin. Cada uno de ellos tenía sus gustos y poder arreglar un disco que a todos gustara era una tarea difícil. Pero en esos años era parte de su magia y encanto como banda, lo ricas que eran sus composiciones tenían muchos estilos fundidos dentro del sonido metalero conducido por la guitarra de Martin. Y os aseguro que el proceso de creación de lo que hoy veremos tubo que ser una mezcla entre puyas y cachondeo constante. Como veremos las canciones se hacían para gustar y putear al de al lado, ya os contaré alguna anécdota más adelante. Pero que nadie lo dude era una batalla de egos artísticos fuerte.

Faith No More - Land of Sunshine (1992)


La primera canción que aparece en el disco la llamarían entre ellos The Funky Song durante la grabación hasta que Patton le puso letra y acabó siendo la gran Land of Sunshine. Ya desde el primer momento es un tema potente y con un bajo marcadísimo que hará las delicias de los seguidores del sonido saltarin de la música funk. La letra de la canción es un poco surrealista pero hace una reflexión de si estás luchando por conseguir tus sueños y haces lo que quieres o si simplemente estás dejándote llevar hasta que llegues a la Tierra del Sol, es decir el paraíso. Es curioso como Patton crea un tipo de letras que hacen mucha referencia a la actitud dudosa ante la vida que había en esos tiempos, pero a parte le daba un matiz especial.

Y si con la primera hemos empezado fuertes esperad a Caffeine, os va a volar la cabeza. Una creación hecha para ir a piñón. Su sonido es tremendamente efectivista y su riff de guitarra es una ostia en toda la cara. El estribillo más melódico me parece magnífico y combinado con las estrofas medio rapeadas con muchos huevos tenemos la canción dura por excelencia. La letra de nuevo es compleja pero habla del cotilleo y de como destrozar a la gente a través de espiarla e infundir rumores. Como bien dice la canción, muchas veces el chafarderío se esconde tras una capa de diplomacia y de quedar bien ante la gente, pero cuando te giras te puede estar afectando a ti. Muchas veces es mejor callar que contar algo nuestro a una persona cotilla.

Faith No More - Caffeine (En vivo, 1992)


Pero mucha gente recuerda este disco por el que fue su mayor single, Midlife Crisis. Su abertura de batería que parece que invoque nuestro lado más primitivo nos convoca a un buen headbanging con baile de acompañamiento. En esta canción por encima de los acordes de guitarra, me quedo con los del teclado ya que le dan mucho envoltorio a la canción convirtiendola en un dulce caramelo para nuestras orejas. El estribillo de la canción a parte de pegadizo contiene una frase absolutamente brillante: "You're perfect, yes it's true. But without me you are only you" (Eres perfecta, si es cierto. Pero sin mi sólo eres tú). Toda la canción es un juego de palabras muy abstracto, pero se puede extraer que nos habla de la busqueda de la seguredad, plantar raices y las dudas de una pareja que tal vez no da suficiente por nosotros. La crisis de los 30 tacos.

Dejemos que entre la experimentación en nuestra orejas con Macaroni and Cheese, Country Western Song o como la acabaron llamando, RV. Este es un momento mágico del disco ya que tal vez no es de las mejores canciones, pero es realmente genial ver como un disco que iba a piñón y con grandes sonidos, se para, toma el aire y te dice ¡coño que no soy la puta liebre! Y joder, encima se toma a cachondeo la vida del obeso americano que vive delante de la tele. ¡Bendito sea este disco por ser una sátira tan divertida del momento que vivía y aún vive el mundo! Una muestra ilustrativa de que no necesariamente las canciones de queja de como estava el mundo tenían que ser grunge depresivo y abrasivo.

Faith No More - Midlife Crisis (1992)


Y si querías una de apesadumbrada escucha Smaller and Smaller y dejate llevar por unos instrumentos graves y violentos. Patton, pega un chillido tremendamente loco y la canción parece una carcel de reclusión de enfermos mentales. Para colmo pasamos de un momento terrorífico a unos segundos que parecen una invocación hacia el minuto 2. Estamos ante un ejercicio de metal progresivo en toda regla con varios cortes y cambios de melodía. La canción es muy dura en su significado ya que hablaría de un trabajador torturado y esclavizado que intenta mantener la esperanza aunque a medida que van pasando los días y las estaciones se va sintiendo más pequeño y desgastado de su vida en la intemperie. Una maravilla a nivel de expresividad en la que Patton sobresale y se alza al Olimpo.

Eso si, si existe una canción que me tiene enamorado de este disco siempre ha sido Everything's Ruined, que mezcla todo el bote de sustancias de Faith No More. Llamado primigeniamente The Carpenters Song, este temazo es la mayor explosión a nivel melódico del disco. Tiene unas guitarras crujientes, mezcladas con la parte vocal accesible y encantadora. El piano de fondo le añade más color y vida junto al teclado. El cambio que hace cuando dice "A penny won't do" me encanta, suena como un himno para la posteridad. Y este tema encima es absolutamente brillante en su letra en la que habla de una familia y del crecimiento de su niño como un paralelo de como se iban quedando sin dinero. Habla de la vida como una inversión monetaria y curiosamente eso es lo que somos para los bancos, números que tenemos dinero y que esperan que seamos una buena inversión.

Faith No More - Everything's Ruined (1992)


Leí en El Portal del Metal que Malpractice trata sobre una chica pillada masturbándose por sus padres. La melodía es brillante porqué resulta absolutamente terrorífica en todos los sentidos. Logra el objetivo de dejarnos noqueados a la primera de cambio. En el minuto 1:26 hay un chillido digno de enmarcar de mister Patton y todos los efectos que hace con la voz nos recuerdan que este no tiene unos orígenes corrientes. Él procedía de una banda llamada Mr. Bungle la cual le había permitido ir experimentando de camino a Faith No More y con ese grupo incluso perfiló su fuerza escritora que estallaría con todo su esplendor en esta banda. Todos sus conocimientos venían de fusionar los gustos de una comunidad mayoritariamente negra donde el vivía al nacer (Eureka, California) con los descubrimientos que hizo de heavy metal. Curioso ¿verdad?

Por cierto, muchos de los datos interesantes los he podido extraer de muchas lecturas que circulan sobre este disco por internet, entre ellas Angel Dust: el disco que pudo reinar en los noventa en ourgodsaredead.blogspot. Dentro del disco sigue Kindergarten, una canción con un riff heavy más majestuoso que potente. Patton saca a relucir su técnica, creando un himno de muchos matices y calidad. Esta canción no es un gran gasto de recursos a nivel técnico, pero es como una suave niebla llena de recursos que fusiona la parte más melódica, con un pequeño sustrato de hip hop que tendría como influencia el estilo de Cypress Hill del que se inspiraría el cantante californiano. La canción es un flashback extraño a situaciones dispares de la infancia con ese estilo tan habitual de escupir frases con significados diversos que se meriendan nuestro raciocinio.

Faith No More - Kindergarten (1992)


¿Que os puedo decir de la siguiente? Pues que en verdad las intenciones con las que se escribió la canción no eran demasiado nobles. En la época de la composición del disco le llamaban I Swallow (Yo trago) y luego le refinaron, por decirlo finamente, el nombre a Be Agressive. Iré al grano, la canción es básicamente hacerle fiestas a una felación. Escrita totalmente por Roddy Bottum (tecladista) era una forma de putear a Patton, de hacerle cantar una letra bastante denigrante y bueno es una muestra del pique que había entre ellos en aquel momento dentro de la banda. Lo que más me mola de la canción es que toda ella es una especie de rima muy chunga y con mucho flow. La voz de chicas diciendo "Be Agressive" es realmente antológica y aún me resulta un momento bizarro del disco.

Otro de mis momentos favoritos del disco llega con A Small Victory con su sonido orientalizante. Ese teclado de fondo de Bottum le queda genial y la guitarra de Martin le da más grosor. Una canción de trote pero tranquila y como siempre Patton le da el toque épico perfecto. Otra cosa que me encanta es lo bien registrado que está Mike Bordin con su batería concisa pero que pone pequeños detalles que enfatizan con gracia elementos determinados de la canción, como ese trote del que os hablaba. La canción habla de una persona que intenta vencer una dificultad de su vida pensando en las pequeñas victorias que ha tenido en su vida. Es como la mentalidad de España en el siglo XVII que sólo podía tirar de victorias muy pobres para no pensar que en verdad su imperio estaba cayendo en la decadencia. Creo que he sido bastante claro ¿no?

Faith No More - A Small Victory (1992)



La siguiente canción también es para hacerle un cuento aparte. Le llamaban Action Adventure en sus inicios, todo acabo en Crack Hitler. ¿De verdad? El Hitler del Crack... estupendo. La canción hace referencia a un magnate del crack que vive una vida llena de emociones fuera de la ley. Muy dominada por los teclados, esta canción es otra muestra de que estos tipos eran un armario sin fondo lleno de ideas brillantes esperando salir. Ya empieza con un fregado de guitarra muy a lo Jimi Hendrix y luego se va convirtiendo en algo parecido a la música para SWAT o Shaft. La transición al minuto 2:00 es muy contundente aunque queda un poco de pegote, pero tampoco le hace ningún mal a un disco tan ecléctico. La parte aguda de voz del final es de esas cosas que hacen que la canción me mole con ganas.

¿Volvemos a la cara oscura del disco? Ouu Yeah y es terrorífica. Jizzlobber es una canción de sonido muy denso y grave, la guitarra de Martin resigue un riff maligno acompañado de un teclado que acuchilla la canción fuertemente. Por lo que he podido traducir de la letra, se puede entender que habla de un tío obseso con el sexo más sucio. Frases como: "Estoy esperando hacerle el amor al cimiento. Sonrisas, morados, sonrisas, morados" dan una perfecta idea de lo perturbada que es esta canción desde su momento de creación. El final con organo incluido empieza siendo algo que descoloca y que junto a la canción deja una sensación rara al cuerpo, pero luego se engrandece como algo muy celestial (o infernal bonito). Cuando escucho canciones como esta me doy cuenta de lo enormemente profundo, denso y abierto que es este disco.

Faith No More - Crack Hitler (1992)


Midnight Cowboy (Theme from) es por otro lado una instrumental que muestra otra cara de lo que le gustaba hacer a la banda. Es una melodía agradable de escuchar, pero bastante de paso. Sabe transmitir la idea del cowboy nocturno con su estilo sencillo y campero, pero hasta ahí. Es mejor dejar sitio a valorar la versión de Easy (original de Commodores). Patton se saca la inspiración guay hasta de las piedras, porqué hasta de la canción más simple saca pecho y pone personalidad. Piano sencillo, voces acertadas, sólo hace falta recordar el solo que se saca Jim Martin a mitad de la canción. No hay piruetas, es todo rollo traje y elegancia, de esos solos que uno se marca entre colegas y hace más "colegueo". Un momento de bolo en un bar en el que las chicas se quedan prendadas del carácter de esas cuatro notas peladas. No le puedo poner una tara.

De que se rodeaba este disco:

Como muchas veces he dicho, la primera mitad de los 90 fue la época dominante del grunge y lo alternativo. Nirvana sacaba Nevermind (1991), Soundgarden Badmotorfinger (1991), Alice in Chains Dirt (1992) y Pearl Jam Ten (1991). Metallica lograba triunfar con su disco homónimo el año 91, tirando a un sonido potente pero más comercial. Los valores estaban en pleno cambio y era un proceso irrefrenable del cual Angel Dust era un partícipe claro. Habían bandas como Aerosmith o Scorpions que aún tenían grandes ventas pero venían de corrientes del pasado y algunos más que otros acabarían padeciendo la deflación del hard rock glam. Por último, Guns N' Roses readaptaba su sonido a la nueva década con los Use Your Illusions (1991), que eran una mezcla entre metal alternativo y singles edulcorados.

Faith No More - Easy (1992)


Pero digamos que a nivel musical el disco de Faith No More era el gran paradigma de la nueva generación post glam o X que pasaba de vivir la vida de la pose y el maquillaje. Yo diría que lo más relevante y que más me entra de este primer periodo 1990-1994 serían los trabajos de Faith No More, Soundgarden y los primeros discos de Stone Temple Pilots. Sin desprestigiar la enorme calidad de los otros nombrados, estos sabían indagar en lo alternativo fueran grunge o no y expandieron una paleta que a mi gusto Nirvana sólo hubiera dejado muy corta. Pero incluso entre los favoritos, elijo de nuevo el disco que hoy estamos viendo a nivel de importancia (no de nota), ya que supo hacer una cosecha de nuevos sonidos que pocos podían hacer por aquellos tiempos. Tema a parte las letras de las canciones, que llegan a dejar en ridículo a algunos de los "mejores" hits del momento.

Si me pongo quisquilloso el disco podría haber sido más concreto y más ¿perfeccionado? en el tema canciones. En todo caso diría que en ciertos momentos la experimentalidad le beneficia y le perjudica sin que nada caiga en lo malo. Tiene una gran nota, pero si no llega más lejos es porqué había discos en aquellos tiempos que a nivel compositivo estaban llegando al sublime como Images and Words (1992) de Dream Theater y claro eso se tiene que reflejar en la nota. Ahora, está sin duda en el top 5 de los discos de principios de los años 90 y en un top 10 de la década sin mucho problema. Angel Dust es como un gran icono de su época que si se hubiera llegado a forrar tanto como Nevermind tal vez estariamos hablando de una realidad musical un poco diferente a día de hoy. Pero ya se sabe, es tan fácil suponer que mejor me quedo con lo que veo...

Nota: 8,8

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