jueves, 22 de enero de 2015

Crítica: Reflektor de Arcade Fire (2013)

La traición lo defino como un engaño que se comete contra otra persona y que es tomada de imprevisto, debido a la supuesta confianza que había entre el mentiroso y el engañado. Lo que ocurre es que en el mundo de la música esto de fiarse de que un artista siempre va a mantenerse impoluto en su estilo, sin torceduras ni experimentos con gaseosa, es muy poco recomendable.

Hay pocos que haciendo calco tras calco de sus esquemas consigan la calidad suprema; AC/DC es una excepción dentro de la guía y evidentemente, en su época buena. Pero lo normal es que un artista tenga hambre de ponerse a prueba, de sorprenderse y si es suficientemente original logrará innovar, como David Bowie. Y entonces ya después de esta pequeña aclaración, ya podemos discutir sobre el dilema moral de Arcade Fire...


Arcade Fire es sin duda una de las mejores bandas de la última década y como no una de las que han mantenido en vida, aunque fuera de forma intubada, la música de calidad.  Desde su nacimiento han sido como el nene bonito y repeinado del que todas las madres de chiquilla de clase querrían como futuro nuero. Un encanto de niño, educado, creativo, muy esmerado con sus tareas y listo muy listo. Tan perfecto o más bien tan perfecta e impoluta era la criatura de Arcade Fire que cuando el proyecto ha madurado, todos nos encontramos en 2013 que el niño bonito que toda madre quería para su hija era gay.

Se ha salido de un mercado del que había creado unas expectativas más altas que el firmamento con Funeral, Neon Bible o Suburbs, para entrar en la farándula discotequera y funk con Reflektor. Y os lo digo a buenas, olvidaos de una crítica como las que hago normalmente, esto merece un enfoque nuevo y un poco de paciencia, preparaos un buen tazón de café que hoy toca filosofar un rato. El argumento de nuestra lección de filosofía de hoy es: 
¿Porqué Reflektor es la gran obra maestra aborto de 2013 y una de las mayores de la nueva década? Razones para entender un ambicioso proyecto de autodestrucción y regeneración artística.
Razón 1: Estamos ante un disco que quiere rescatar el sonido del pasado pero a la vez estar en la vanguardia musical. Este objetivo es realmente difícil, ya que para muchos puede ser caer en una contradicción. Pero para eso existe un truco, hacer que lo retro se vuelva a poner de moda y vuelva a ser guay. Para eso solo hace falta mirar a Daft Punk para percatarse que el mundo se arrastra según como marcan algunas bandas que ponen ficha para jugar solo cuando musicalmente tienen el viento a favor y la marea suave. Reflektor remite al mundo del disco y del dance pero con un aroma muy peculiar, incluso raro e incomodo para los que busquen algo sencillo de consumo rápido y muy digerible.

Arcade Fire - Porno (2013)

El nu-disco o indie-disco que embadurna este disco es como la absenta. Es un sonido que te droga hasta el último ápice de tu cuerpo causando alucinaciones (la canción Porno es el paradigma de esta idea) o por otro lado, te va a matar de una sobredosis de disco putadas.

Razón 2: Para bien o para mal sorprende, ya que dentro del género que desarrolla parece que su productor, James Murphy, lo ha convertido en un disco progresivo, cambiente, en el que la perfección formal de las canciones importa muy poco. Escuchad Here Comes the Night Time y vereis como todo lo que parece empezar de una manera, es un mero empaste que luego puede salir disparado hacia cualquier lado. Unido a esa idea progresiva, el disco es muy ambiental y todas las canciones tienen un aura bailable pero misteriosa

El sonido puede llegar a ser sucio y saturarse en los bajos y me huele a que todo esto está hecho a propósito para culminar su objetivo; hacer un disco muy indie. Pero eso de llevar a cabo un proyecto al pie de la letra puede hacer que cumplir tu objetivo sea pisar tu pròpia reputación y hundir tus pies en el incómodo barro. Pero esto es como la María Madalena de Donatello, una escultura que a día de hoy no sabemos si es una genialidad o una maqueta de algo muy expresivo. ¿Es una obra terminada y un paso a la abstracción? o ¿Es un proyecto frustrado que ha sido publicado?

Arcade Fire - Here Comes the Night Time (2013)

Canciones como Flashbulb Eyes me hacen pensar en eso, en un objeto de culto que me rememora grandes momentos de otras buenas bandas como Animal Collective, o si soy extremista una especie de ñordo guay y de sonido extravagante... o Awful Sound que o te deleita o te dan ganas de partir la cabeza al productor y luego partírtela tu mismo. Por lo tanto, aunque tengamos una buena experimentación en este disco, inevitablemente tenemos unas pegas que tal vez nos echan el freno del carro del hype.

Las pegas o cuando la fe en la ambición en algo te ciega

- Es un disco muy largo, casi una hora y cuarto de ruptura con gran parte de lo que les había caracterizado, su estilo musical.
- Arreglos musicales que a ratos son dolorosos, haciendo que haya notas sostenidas agudas que pueden ser molestas a orejas del bondadoso oyente. Y no me vale la idea de que querían hacer un ambiente noise como los discos de Sonic Youth. Para jodernos los tímpanos ya tenemos el reguetón.
- Repetitividad y densidad, elementos con los que Mike Oldfield ha jugado en algunos de sus primeros discos, pero de una forma más mágica y que evitaba que te atragantaras con las melodías. Arcade Fire no lo ha conseguido pulir y a ratos odiaremos la épica cansina o el estilo pretencioso que emana de algunas de sus canciones.

Arcade Fire - Flashbulb Eyes (2013)

Tal vez es que necesitamos años para saber el sitio que realmente ocupa este disco, aunque a muchos de vosotros os importará un carajo el destino de este CD. Y por eso, como que habrá algunos que no haréis caso a este disco y a esta crítica y otros lo tomareis como referencia; creo que ya es hora de que saque la respuesta a esa pregunta que formulaba varios párrafos atrás: ¿Porqué Reflektor es la gran obra maestra aborto del 2013 y una de las mayores de nuestra década? 

Porque estamos ante un disco tan arriesgado en todos los campos para una banda de tan impoluto currículo, que o te cae en la mayor de las gracias o se muere desde el primer segundo en las orejas de aquellos que seguramente buscan un estilo de música en concreto de Arcade Fire y que en este caso no se cumple. Lo peor es que para algunos este disco puede llegar a ser desaborido sin que realmente se tomen el tiempo que deben tildándolo de insípido y frío. Ciertamente, el disco le aplaudo sus bondades y miro con recelos sus fallos, pero hay algo que debo aclarar.

Arcade Fire - Reflektor (2013)

Este disco es como un showman religioso sudamericano, le pone mucho énfasis a sus ideales pero puede llegar a ser muy cansino. La diferencia respecto a los showmans es que no logra mantener en la mayoría de los casos al oyente mucho tiempo tras el, dejandolo como una buena creación pero no como algo para el día a día. A estos Arcade Fire me los he creído y me han gustado, pero evidentemente su enorme ambición les ha arrastrado a que a día de hoy perciba Reflektor como una gran ilusión, un plan genial, un sueño musical pero que podría haber llegado más lejos.

Nota: 7,6

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